Dejar de fumar es uno de los desafíos más difíciles para las personas que tienen el vicio incorporado. Tal es el caso que alrededor del mundo existen unos 1.300 millones de fumadores y el tabaquismo sigue siendo una de las principales causas de muerte para todos los seres humanos.
El tabaquismo es una epidemia y una gran amenaza para la salud pública. De las 8 millones de vidas que se cobra cada año, más de 7 millones son fumadores activos y cerca de 1,2 millones son lo que se conoce como «fumadores pasivos».
Si hacemos un análisis local, tan solo en Argentina hay 9 millones de fumadores, de los cuales 120 mil son menores de 14 años -en promedio, los niños comienzan a fumar a los 12 años- y mueren cerca de 45 mil personas por año a causa de este mal hábito.
¿Y qué sucede con los fumadores pasivos? Según la OMS casi un 15% de las muertes provocadas por el tabaquismo se dan en personas que nunca fumaron, pero que estuvieron expuestas al humo del cigarrillo. Mirá la campaña de este año por el Día Mundial Sin Tabaco.
Efectos del tabaquismo en las personas
¿Sabías que los fumadores viven en promedio entre 10 y 15 años menos que quienes no fuman? Mirá cómo se ve un pulmón sano y el de un fumador:
Sorprendente, ¿verdad?
Marta Angueira, médica cardióloga del Hospital Ramos Mejía especialista en tabaco dice: “El cigarrillo no deja órgano sin tocar. Desde el cabello hasta la irrigación de todos los órganos. Puede producir cáncer de pulmón, de mama y todo lo que tiene que ver con boca, bronquios, lengua y labios. Además de cualquier tipo de insuficiencia arterial, provoca infartos en piernas, intestinos, corazón y cerebro”.
El cigarrillo genera dependencia física y psicológica. Su sustancia activa más importante, la nicotina, causa una adicción instantánea en casi todos los consumidores primerizos. Algunos de los efectos que provoca la adicción al tabaco son:
- Cambios de humor
- Trastornos de ansiedad
- Depresión
- Falta de oxígeno
- Insuficiencia en el metabolismo
- Impotencia sexual.
Ahora bien, ¿cómo dejar de fumar?
Las alternativas para dejar de fumar son innumerables, entre las cuales podemos encontrar:
- Terapia
- Grupos de autoayuda
- Chicles
- Infusiones
Pero todo depende de la voluntad que tengamos para hacerlo. Según algunos especialistas, una buena forma de sostener la decisión de dejar de fumar consiste en realizar actividades nuevas y fijar objetivos a corto plazo, por ejemplo, “hoy no fumo”.
Otra opción muy popular en los últimos tiempos, es el cigarrillo electrónico. Aunque el “vapeo” puede ser un método muy eficaz para dejar de fumar, todavía genera controversia debido a los efectos residuales que puede generar en nuestro organismo. Mirá el debate en detalle en esta nota de La Nación.
Para los amigos de la tecnología también existen aplicaciones para dejar de fumar, o al menos intentarlo. Entre estas apps gratuitas y de pago se destaca “Smoke Free”, la cual contiene más de 20 técnicas para ayudar a dejar el cigarrillo.
Según especialistas, quienes dejan de fumar aumentan el 5% de su peso promedio y pueden cambiar el estado de ánimo. Una de las claves para dejar el cigarrillo y no subir de peso es combinarlo con una dieta balanceada y actividad física, lo que también reducirá nuestro nivel de ansiedad.
El cigarrillo nos afecta de forma silenciosa, al menos al principio. Dejarlo no es fácil y requiere mucha determinación, pero es posible. Más allá de probar con las alternativas que se nos presentan para dejar de fumar, lo importante es mentalizarse para lograr una vida sana.